LNB · 23 de Junio de 2014
Nicolás Romano llegó a Lanús
El ala pivote Nicolás Romano se transformó, en la tarde del jueves, en la segunda ficha del plantel del Granate. El nacido en Junín cambia de club tras cuatro temporadas en Regatas de Corrientes.
Inmerso en el proceso de montaje de la estructura, ha instalado un nuevo cimiento a la base, para ir cumplimentando los pasos trazados en su esquema. El Club Lanús continúa trabajando intensamente en el armado del plantel 2014/15, y tras abrochar la primera incorporación, confirmó la contratación del ala pivote Nicolás Romano, de 26 años y 2 metros.
El Granate logró arribar a un acuerdo, en la tarde del jueves, con el oriundo de Junín, quien toma un viraje en su carrera al dejar atrás a Regatas de Corrientes, donde actuó en las últimas cuatro temporadas. Su paso por el elenco correntino incluyó una cosecha altamente satisfactoria al coronarse con cuatro títulos: Liga Nacional 2012/13, Liga de las Américas 2011, Liga Sudamericana 2012 y Súper 8 2012.
Romano sumará otra institución a su currículum, dado que en la elite del básquetbol argentino también desplegó condiciones en Argentino de Junín (03/05), Independiente de Neuquén (07/08) y Quilmes de Mar del Plata (08/10).
“Me sentí muy valorado, eso para un jugador es esencial. Estoy muy agradecido tanto con Guillermo (Vecchio), como con la dirigencia de Lanús”, de esta manera Nicolás describió las razones que inclinaron la balanza para aceptar la oferta del Grana. Además, el bonaerense develó que recibió reseñas positivas de la institución que influyeron en su determinación, ya que exteriorizó: “Siempre tuve muy buenas referencias del club, ni bien surgió la posibilidad le consulté a Fernando Martina y sus palabras me ayudaron mucho para tomar mi decisión”.
En diálogo con el Departamento de Prensa el ala pivote detalló los objetivos que se proyecta para la próxima temporada. “Trabajar día a día al máximo, así como retribuirle al entrenador y al club el esfuerzo que hicieron para que hoy sea jugador de Lanús”, especificó.
Muchos protagonistas del universo basquetbolero han afirmado que las sensaciones, únicas, de consagrarse campeones generan una necesidad de volver a deleitar ese elixir. Romano no excede a este axioma y por eso confesó: “Lograr objetivos de esa dimensión es lo que me da más fuerzas para seguir trabajando y tratar de conquistar metas importantes”.